Juan Carlos Zuleta, fundador y presidente de IPROCOM S.A., un moldeador por inyección de componentes especializados, habló con Tecnología del Plástico, publicación de Axioma B2B Maketing, sobre la importancia de aprovechar el escenario para sustituir importaciones y de cómo reinventar el negocio apostándole a la mejora en comunicación con los clientes y a la investigación y desarrollo.
Las políticas de aislamiento implementadas por diferentes gobiernos en Latinoamérica como medida para reducir la tasa de contagio del Covid-19, han afectados de una manera u otra a todos los sectores de la economía e IPROCOM, fabricante colombiano de componentes plásticos de alto desempeño, no fue la excepción, dado que sus productos no fueron catalogados como básicos y debieron suspender la operación, al igual que sus clientes.
Recientemente, está compañía pudo reanudar sus operaciones gracias a la agilidad y a la disciplina con que implementaron los protocolos de bioseguridad, que incluyen lavado frecuente de manos, el distanciamiento físico, el uso de tapabocas, la toma de temperatura al ingreso a la planta y la desinfección del calzado.
Y aunque la implementación de estas medidas ha ocasionado una caída en la productividad cercana al 12 % básicamente por el tiempo que demandan muchas de las actividades contenidas en el protocolo, la prioridad IPROCOM ha sido garantizar la seguridad de sus colaboradores y de todas aquellas personas que ingresan a la planta como proveedores y contratistas.
Reinvención con celeridad
La coyuntura actual ha llevado a IPROCOM a intensificar las labores de investigación y desarrollo, con el objetivo de ofrecer soluciones innovadoras a las necesidades más apremiantes de la sociedad.
Según relata Zuleta, han surgido muchas oportunidades de la necesidad de disminuir el riesgo de contagio del Covid-19, no solo para los trabajadores del sector de la salud sino también para cualquier persona, pues los protocolos de bioseguridad demandan el uso de elementos de protección personal como caretas, gafas, tapabocas, guantes, entre otros.
Creamos una nueva línea de negocio B2C (business to consumer) con la que estamos llegando a nuevos clientes de sectores que nunca habíamos atendido y que tienen otras dinámicas muy diferentes a las que estábamos acostumbrados
Y a pesar de que estos productos no eran habitualmente fabricados por IPROCOM, identificaron una oportunidad para diversificar productos, procesos y clientes. “Mientras diseñábamos una careta de protección hecha a base de semielaborados fabricados por nosotros mismos e integrábamos a nuestra línea comercial otros elementos de protección suministrados por nuestros proveedores, construimos una plataforma digital para ofrecer este nuevo portafolio de productos directamente a los clientes finales. En otras palabras, creamos una nueva línea de negocio B2C (business to consumer) con la que estamos llegando a nuevos clientes de sectores que nunca habíamos atendido y que tienen otras dinámicas muy diferentes a las que estábamos acostumbrados”, afirma Zuleta.
Por otra parte, ha sido tan innovador y efectivo el diseño de la nueva careta de la compañía que ya cuenta con el registro ante el INVIMA y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) la incluyó dentro de los kits que entregará como parte de un programa para prevenir el contagio del Covid-19 en la población vulnerable de varios países de Latinoamérica.
Una oportunidad para sustituir importaciones
El nuevo escenario económico mundial plantea muchas oportunidades para sustituir importaciones y fortalecer la industria nacional, como respuesta al encarecimiento del dólar y a la alta dependencia de los productos hechos en China que ha resultado tan nociva para muchísimas empresas y sectores.
Sin embargo, para el directivo de IPROCOM esto no va a ocurrir de manera automática, pues los proveedores también deben poner de su parte para convertirse en aliados estratégicos de las grandes empresas y estar a la altura de los retos y exigencias de los proyectos en que participen. “El éxito del modelo de negocio de un proveedor industrial se fundamenta básicamente en tres aspectos: especialización, calidad y competitividad.
En la medida en que un proveedor se especialice en la fabricación de un producto o en la operación de un subproceso, irá desarrollando un know-how que difícilmente alcanzarían sus clientes y sus competidores, lo que llevaría a fortalecer su posición en el mercado”, subrayó Zuleta.